A mi amigo Antonio
Mi amigo Antonio Guerra es un tipo con suerte. Este sábado se casa su hija y además ha encontrado trabajo sin mucho esfuerzo. No me asombro de que consiga trabajo, que aptitudes le sobran, lo que me asombra y me alegra es a la edad que lo ha conseguido. Mi amigo Antonio tiene 57 años y 3 meses. No conozco nadie que a esa edad haya cambiado de trabajo, como se dice, "a mejor".
Pero pensándolo friamente no me extraña, cuando hablamos de una persona, como miles hay en nuestro pais, que tras una holgada vida laboral atesoran una experiencia incalculable, unas tablas y un "saber estar" de lo mejor que he conocido. Bendito seas Antonio que das esperanza a un potencial muchas veces defenestrado en nuestro pais.
Y bendita sea tu nueva empresa que, lejos de hacerte un favor, se lo hacen a ellos mismos pues desconocen de tu valía y de esa elegante y eficiente forma de trabajar.
Un abrazo amigo
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